Quinientos años...
que pueden ser uno, dos...
diez, treinta, cincuenta…
puede ser un tiempo corto o una eternidad,
un tiempo sin tiempo, allá, o acá…
no importa donde vivimos, o adonde estamos,
tampoco de donde venimos, ni adonde vamos…
Pudimos habernos bañado en algún momento
en ríos de leche y miel,
entre cornucopias de abundancia,
en tiempos perdidos entre recuerdos
vagos…
Pudimos haber tenido cientos de amigos por doquier,
siempre dispuestos a hacernos bien…
Quizás no existían murallas ni distancias,
que nos pudieran detener…
Pero eso es historia lejana…
los ríos se
secaron,
las cornucopias se vaciaron,
los amigos se fueron,
las murallas se alzaron…
y los caminos se
cerraron…
Pueden ser quinientos años…
quizás uno… dos, treinta, cincuenta…
No sé…
El blanco se volvió gris,
el verde y azul son ahora negros…
de repente no somos más árbol,
sino un viejo tronco junto al sendero
del que
otros harán leña,
para ser cenizas
luego…
O… ¿quién sabe…?
Quizás no está todo perdido,
y ha valido la pena la espera…
la tormenta y el infierno…
pues renaceremos de nuevo,
y alzaremos de nuevo el vuelo,
hacia la libertad…
¿Quién pudiera saberlo…?
existen los fénix de verdad,
y podemos ser uno de ellos…
Jorge Gamero
PD: Piensa acerca de esto…
Fénix - Wikipedia, la enciclopedia libre
Aves de América Latina al vuelo
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