Fue de piedra,
en eras casi oscuras,
fue también de madera…
Caminó con las lenguas,
con las escrituras,
imprescindible, evolucionaría…
en Mesopotamia, tabla de arcilla
y papiro en el Egipto de la antigüedad,
y como volumen, grabaría sabiduría de siglos,
en la Grecia culta y la Roma imperial.
Fue después pergamino,
diferente, fuerte y resistente,
pero igual, siguiendo el camino,
guardando la historia, los conocimientos,
la obra del ser vivo superior, sabio e inteligente,
conquistador, culto, voluble y dominante…
Pasó de la edad antigua a la medieval,
registrando hechos de imperios y reinos,
religiones, culturas y civilizaciones,
sobre descubrimientos, guerras e invasiones.
Hecho códice siguió su tarea, constante,
Y el papel chino y árabe llegó a occidente,
Y con su forma actual, siempre allí, presente,
con su tesoro invaluable de ciencias y artes,
fe, filosofías, creencias, utopías…
Pasó con fuerza a la era moderna,
y la contemporánea le vio crecer y crecer,
y sin detenerse, llegó a nuestros días…
Sí, el de hoy, es el mismo de ayer,
su presencia parece eterna,
y ha estado contigo y conmigo,
de piedra, madera, seda, cuero, papel,
del material que sea, aun de pixeles…
sin importar su forma o como lo vemos,
será siempre de los amigos más fieles,
antiguo, medieval, moderno, ultra moderno…
siempre será el mismo, siempre será libro,
biblos, para siempre… por los siglos de los siglos...
Jorge Gamero Paguaga
23 de abril de 2009
En el día del Libro, promulgado por la UNESCO en 1996, en conmemoración del Libro y los Derechos de Autor. Esta fecha fue seleccionada en honor a tres grandes de la literatura universal: el español Miguel de Cervantes Saavedra, el inglés William Shakespeare y el peruano inca Garcilaso de la Vega, quienes, por coincidencia, murieron el mismo día, el 23 de abril de 1616.
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