miércoles, 21 de enero de 2009

Obama presidente, lo que podría esperar América Latina


Y bien… llegó el día de la toma de posesión del presidente número 44 de los Estados Unidos de Norteamérica, Barack Obama. Por supuesto que no se puede obviar que no todo depende del presidente, de hecho existe todo un sistema establecido y la potencia del norte, seguirá siendo la misma en su esencia. Sin embargo, es lógico pensar que vienen vientos de cambio para ese país y el mundo entero.

Estamos inmersos dentro una terrible crisis mundial, y será un tremendo desafío para Obama poder gobernar con sabiduría. La crisis financiera iniciada a lo interno de los propios Estados Unidos, devino en una caótica crisis económica que ha afectado al mundo entero. Y como si fuera poco, los focos de conflictos bélicos siguen intactos, como son los casos de Irak y Afganistán, y se ha recrudecido la guerra entre Israel y Palestina de una manera escandalosa, además, está latente la fría relación con Irán y hasta con la nueva Rusia, a causa de la intervención de ésta en la república caucásica de Georgia. Todo ello es un verdadero reto para el nuevo hombre más poderoso de la Tierra. Se verá en serios apuros para mantener su ecuanimidad y su sentido de justicia, pero no cabe duda que hará todo lo posible por contribuir a revertir esta espiral de conflictos en todo el mundo. Para comenzar, el anuncio del cierre de la prisión y base militar de Guantánamo, así como poner fin a la tortura de prisioneros de guerra, es una magnífica señal de buena voluntad y el inicio de excelentes novedades en cuanto a la toma de decisiones.

Y en cuanto a nuestra América Latina, las relaciones podrían están marcadas por altibajos, pues aunque Obama está lejos de parecerse al bélico e inepto Bush, sencillamente será el presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, nación con la cual, varios países de esta región mantienen una tensa relación, como son los casos de Cuba, Venezuela, Bolivia, Ecuador y nuestra Nicaragua misma.

Creo que Obama, tratará de mantener las mejores relaciones posibles con América Latina, y a nosotros también nos conviene que así sea. Es verdad que históricamente, nuestros países han sufrido las intervenciones, ocupaciones e injerencias de Estados Unidos, no en vano, nuestro Rubén Darío escribiera su Oda a Roosevelt. Pero los tiempos están cambiando, y ciertamente, no podemos estar en eterno conflicto con la nación, que encima de ser la más poderosa del planeta, es nuestro vecino y principal socio comercial, donde, además, viven millones de latinoamericanos, entre ellos centroamericanos, que envían las remesas que forman parte sustancial del ingreso de divisas en estos países.

No son Rusia, Irán o Libia nuestros principales socios comerciales, ni tampoco viven allá nuestros inmigrantes. Es necesario ser objetivos y pragmáticos en este sentido. Ser anti-imperialista o anticapitalista, por ejemplo, no implica ver a los Estados Unidos en tiempos de Obama, como el enemigo eterno. Si de eso se tratara, pues tampoco tendría sentido ser aliado de países como Rusia, que forjó sus bases en el imperio de los zares, luego en la Unión Soviética, y aún, como Federación Rusa, guarda esos viejos resabios, al intervenir dentro de los asuntos internos de algunos de sus países vecinos. O lo que es más elocuente, es uno de los países donde reina el capitalismo salvaje de una manera impresionante. ¿Acaso no analizan esta situación nuestros líderes y caudillos que dicen ser de izquierda en América Latina? De hecho, no está mal tener relaciones con Rusia, al contrario, está muy bien, así como con todos los países del mundo, pero sin excepción y alineamientos absurdos que no vienen al caso. No hacerlo, solo por un ridículo desafío a la potencia norteamericana. Nosotros somos los que perdemos.

Los tiempos están cambiando, démonos una oportunidad, los países de América Latina, seamos objetivos y pragmáticos, no nos dejemos llevar por apasionamientos equivocados, no llevemos agua para nuestros molinos, de acuerdo a nuestros propios intereses y conveniencias. Pensemos en nuestros sufridos pueblos. Pensemos en el futuro de las nuevas generaciones, no hay que ser egoístas, y más bien, hay que luchar por asegurarles un mundo mejor. Veamos el advenimiento de Barack Obama a la presidencia de los Estados Unidos, como una oportunidad de revertir los errores y seguir hacia adelante. Tratar de sacar lo positivo en todo, lo que sea mejor para nuestra promisoria región y tratar de lograr la unidad y una verdadera justicia social y desarrollo humano, como base para dejar de ser países históricamente a la zaga en el mundo.

Jorge Gamero Paguaga

21 de Enero de 2009La crisis


Un momento histórico: juramentación de Obama como Presidente de USA (Como dato curioso, el juez se equivocó durante el acto, por lo que el Presidente tuvo que ser nuevamente juramentado el día de hoy 21, en la Casa Blanca, por si acaso)



América Latina es hermosa, pero hace falta definir un modelo de desarrollo único y viable, donde el ejercicio de una genuina democracia y la erradicación de la pobreza, sean los ejes fundamentales.



A finales de los 80's y comienzos de los 90's hubo fuertes vientos de cambio en el mundo. hoy, de nuevo vuelven a sentirse de una manera impredecible. Obama presidente de USA es un ejemplo de ello... Winds of change, de Scorpions, no pierde vigencia.

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