JGP: De epidemias y sus curas

Como ya es sabido, la famosa influenza porcina, dejó de denominarse así, al ser una gripe del tipo A H1N1. Esto a causa que en realidad, este virus se originó no sólo a través de cepas virales de los cerdos, sino que también han tenido que ver las cepas virales en las aves y el virus de la gripe humana. El problema fue la mutación, y para colmo de males, sigue mutando, lo que dificulta obtener una vacuna definitiva. Esperemos que se logre pronto, pues según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el número de personas infectadas, a la fecha, ya pasó de las 7000 en más de 30 países. En realidad ha sido algo preocupante, pero la alarma ha sido tal, que ha incidido de una manera radical en la vida cotidiana de los pueblos de muchos países, principalmente de los más afectados. Lo cierto es que es necesario evitar que esta epidemia se extienda y tomar las medidas preventivas pertinentes, para evitar una pandemia, pero también es cierto que hay otras epidemias para las cuales necesitamos encontrar cura.

Una de ellas es casualmente la discriminación que han sufrido muchos ciudadanos del mundo por el solo hecho de ser sospechosos de ser portadores del virus. Me parece absurdo, por ejemplo, lo que han tenido que pasar muchos mexicanos en diversos países del mundo, donde han sido hasta maltratados y segregados, aún probándose que no estaban infectados. Este virus es algo que surgió en México, pero pudo haber pasado en cualquier país del mundo, así como ya ocurrió con la gripe aviar en la China. Creo que no es esa la manera de combatir un problema. Así pues, de hecho, la discriminación, en todas sus formas, es un mal que hay que erradicar, y que ha sido el responsable de muchas tragedias en el mundo moderno. Pero además, no podemos obviar que si bien es razonable la alarma ante una potencial pandemia de un nuevo tipo de gripe, hay otras enfermedades que de hecho son pandémicas desde hace siglos y que se debe seguir insistiendo en buscar la cura definitiva, como la pobreza y el atraso de la gran mayoría de seres humanos de este planeta. De hecho, al erradicar este grave virus, se estará evitando que surjan muchos virus similares a la gripe que actualmente no está causando terror.

También hay otros problemas en este mundo, como por ejemplo la consabida crisis mundial, el las guerras, la corrupción, el terrorismo, la producción y tráfico de drogas, el armamentismo, la explotación sexual, etc. Pero es claro que tampoco vamos a estar viendo y focalizando sólo en lo negativo, pues se convierte en un grave círculo vicioso. Así que es conveniente y oportuno ver que así como hay epidemias y actores que están haciendo mucho daño, hay también actores que son agentes de cambio y de manera positiva están incidiendo en el mundo, buscando vacunas, aplicando las que se lograr obtener y procurando las curas a tantos males. Se trata de aquellos que hacen la diferencia y que de manera auténtica, luchan día a día por un mundo mejor para todos, sin pensar que se les califique de idealistas, utópicos, o soñadores, pues saben que por el contrario, son realistas conscientes de que si no se reacciona y se hace algo, las consecuencias podrían ser catastróficas.

Por ejemplo, en mi querido país, Nicaragua, estamos plagados de crisis y problemas que parecen eternos. Hoy por hoy, por ejemplo, la pobreza y el desempleo son las peores epidemias, también hay una crisis política e institucional, y para colmo, la contaminación y depredación del medio ambiente es otro grave problema. La causa de tantos males se debe a los malos hijos del país, que en lugar de pensar en la nación y el bien común, piensan y actúan en pro de sus propios intereses, eso no es nada nuevo. Pero a pesar de todo, sería injusto generalizar y decir que todos los nicaragüenses somos, pensamos o actuamos de la misma manera. De hecho, hay gente que piensa de manera muy positiva y optimista, que hablan y se expresan, pero que además, pasan de las palabras a la acción. Un ejemplo que bien vale la pena destacar es el de los jóvenes organizados para rescatar y proteger nuestro medio ambiente. ¿Quién dice que los jóvenes sólo se reúnen para salir por allí de parranda? Lo hacen, pero también se juntan bajo otras circunstancias. Y es genial ver como los jóvenes, a través de sus los grupos musicales, como las bandas de rock, que por cierto son muy buenas, usan su talento para concientizar a otros jóvenes en función de esta ardua pero grandiosa tarea. Es así como cientos de adolescentes y jóvenes de ambos sexos, de escuelas, colegios, universidades y barrios, se han unido y organizado para sembrar árboles, reforestar bosques y limpiar cuerpos de agua, como lagos y lagunas, de las que se han extraído toneladas de basura. Pero también es genial ver como la iniciativa ha calado y ha ido más allá, al involucrarse gente mayor, los medios de comunicación, organismos e instituciones, la cooperación internacional, la empresa privada. Y afortunadamente se cuenta con respaldo oficial, a través del Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales. ¿No es acaso este un logro digno de reconocer? Este tipo de actitudes e iniciativas son las que se requieren para encontrar las curas a las epidemias que nos han enfermado. Ojalá se lograra encontrar este mismo tipo de senda para comenzar a sanar la maltrecha democracia también.

Pero hay otras buenas noticias en Nicaragua en relación al medio ambiente. Por ejemplo, que el lago de Managua, o Xolotlán, que ha estado al borde la muerte porque le cayeron las aguas negras o servidas de la capital por muchas décadas, volverá a la vida, ya que después de muchos años e construcción por fin fue inaugurado el sistema y planta de tratamiento, la cual funciona a partir de este mismo año. Es cierto que aún falta mucho por hacer, como evitar que siga la contaminación de la cuenca del lago, como los ríos tributarios que discurren por zonas agrícolas, o que las industrias, asentamientos y basureros en sus riberas sigan afectando. Pero ya se dio el primer y vital paso para la recuperación de un hermoso cuerpo de agua, que será utilizado para la recreación y el turismo ecológico, lo que ya inició el gobierno central con la construcción de un puerto y las primeras inversiones del sector privado. Poder hacer un recorrido por este hermoso y despreciado lago, y verlo desde la perspectiva que realmente merece, es un verdadero logro, que hace apenas algunos años era difícil de imaginar.

Otro ejemplo de que el desarrollo y el progreso no se riñen con un medio ambiente puro, es la inversión en generación de energía eléctrica utilizando el viento. En el istmo de Rivas, entre el océano Pacífico y el gran lago Cocibolca, circulan de los mejores vientos de todo el continente y ya se están aprovechando. Un parque eólico ya se puede apreciar al pasar por esa zona del sur del país. Se trata de unos cuantos generadores, con sus aspas y espigadas bases que podrían llegar a ser muchas y contribuir de manera importante a la demanda del sistema eléctrico nacional. Es un hecho que esta es una empresa con fines de lucro, pero es notable que en nuestro país, la visión empresarial se esté dirigiendo hacia una relación amigable con la naturaleza y el medio ambiente, lo que servirá de ejemplo y referente, creando así un positivo impacto.

Y así como estas iniciativas mencionadas, hay otras tantas en que participan los diversos actores: la sociedad civil organizada, la empresa privada nacional y externa, la cooperación internacional, el gobierno y las ONG’s. De eso se trata, de avanzar juntos y construir y no de retroceder, dividirnos y destruir. Y es así en el mundo entero. Problemas y crisis abundan, la desesperanza acecha, pero también está la otra cara de la moneda, y esa es la que hay que rescatar y darle el mayor brillo posible. Hay demasiadas epidemias, pero nunca hay que bajar la guardia y perder la esperanza que es posible encontrar a tiempo las vacunas y las curas y una de ellas es cambiando de actitud y mentalidad, así como ayudando a otros a cambiar. Seamos claros, sino fuera así, este mundo hubiera colapsado hace mucho tiempo, así que vale la pena insistir y seguir luchando.